Comienzo mi peregrinación a los pies de mi Cristo de Gracia, con la bendición del Padre Jesús, trinitario, el día 22 de junio de 1.999,
y la concluyo, gracias a Dios, a los pies del Apóstol Santiago, el día 5 de agosto de 1.999, después de confesar y comulgar, y haber asistido a la Santa Misa, y, por fin, haber visto el botafumeiro en funcionamiento.
Han sido 45 días fuera de casa; 38 de ellos, en camino.
He realizado //971,4// kilómetros en itinerarios;
por supuesto, no se pueden contar los “pasos perdidos” del “ir a ninguna parte”, deambulando por las ciudades y pueblos.
N.B.: Tengo que hacer una aclaración, aunque parezca nimia: las distancias las he medico sobre la Guía Repsol 2009. Quiere esto indicar, que, en estos diez años que han pasado, algo habrán mejorado algunas, si no todas, de las carreteras, o caminos, por los que pasé; probablemente, hace diez años, las distancias en las carreteras serían mayores… Pero, ¡tampoco me propongo presumir de un kilómetro más o menos…!
¿Quién se acuerda ahora de los malos momentos?
Estoy feliz, porque Dios me permitió concluir este peregrinaje.
Que Dios bendiga a quienes lean estas “vivencias de un peregrino”, y, si alguien se siente impulsado a hacer el Camino, me consideraría “muy bien pagado”.
Córdoba, 28 de junio de 2009-06-21
Rafael Rodríguez Carrera
Autor Anonimo De Finales del Siglo 16, tallado en Puebla Mexico.





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