ENTRA VISITALO!!!

CAPITULO 25 VIGÉSIMO QUINTA ETAPA

De La Bañeza a Astorga

A la mañana siguiente, lunes, 18 de julio, me marché.
Tomé la dirección de Astorga.
Como siempre, pregunté si había cuestas o puertos. Me dijeron que no. ¡No hay mayor alegría, cuando estás caminando, que te digan no hay cuestas ni puertos! Perdónenme si me repito, pero es una gran realidad.
Bueno, a lo que iba; del camino, poco que contar, andar y andar, hasta que llego a Astorga.
Pregunto por el albergue, llego al albergue, y me dicen que está completo; ¡allí había más de dos mil peregrinos! Claro, como confluyen allí El Camino de La Vía de la Plata y El Camino Francés… Yo no he visto en mi vida más peregrinos juntos… En grupos de treinta o cuarenta pululaban por doquier…
No obstante, me dijeron que había también un campamento para peregrinos. (Yo ya conocía este tipo de establecimientos por haber estado en uno de ellos, hacía algún tiempo, en Ponferrada). Me dieron una plaza, en una tienda de campaña… ¡Bueno, mejor que un banco de unos jardines era…! La plaza suponía el derecho a una colchoneta.
Astorga, como monumentos históricos, era impresionante. Pero a mi lo que me interesaba era sobrevivir. Así que, en Astorga me compré una telera, una lata de mejillones y una botella de leche.
Me senté en el suelo, abrí la telera, abrí la lata de mejillones y los metí dentro de la telera de pan; lo aplasté todo bien aplastadito, y me puse a comerme el bocadillo de mejillones, regado, de vez en cuando, por un trago de leche.
Frente a mí había un hombre mirándome fijamente; yo no le di importancia…, ¡me había mirado tanta gente, que, para mí, era uno más! Se arrimó a mí y me dijo:
- Peregrino; tengo un estudio fotográfico, aquí, en Astorga, en la esquina de esta calle; ahora mismo presenta Ud., sentado en el suelo y comiéndose ese bocadillo de mejillones, y bebiendo leche de vez en cuando, un cuadro digno de una foto de exposición. ¿Quiere que le haga una foto...
- Por mí, de acuerdo; no hay ningún problema…
Se fue a por la cámara, me hizo la foto, y me dijo:
- Espérese, que le traigo un par de fotos.
A la media hora vino, me dio la foto que me hizo, diciéndome:
- La foto ha perdido todo su valor fotogénico..
Y es que yo había guardado el bocadillo, metiendo la mano con el bocadillo, dentro del rollo del aislante que llevamos enrollado para debajo del saco de dormir. ¡Mira por dónde, ¡yo pensé que lo hacía bien, y resulta que lo hice mal! Porque al hombre lo que le interesaba era la imagen del peregrino comiendo un bocadillo de mejillones sentado en el suelo y bebiendo, de vez en cuando, un trago de leche, pero ¡el bocadillo no salió en la foto! Fue una lastima era una barra entera de pan
El hombre me dejó la foto y se marchó.
Después de comerme el bocadillo me fui a dar una vuelta y, mira por dónde, desemboqué en una placita donde estaban rodando una película, con Loles León.
Me dirigí a Loles León y le pregunté si quería firmarme en mi Compostelano. Le di el libro, se lo llevó a los camerinos, que eran unas tiendas de lona donde se cambiaban de vestuario; al cabo de un rato, me lo trajo firmado por ella y por ocho actores más que estaban interviniendo en la película. Entre ellas, leo la firma de Mari Carmen y Concha Velasco. El resto de las firmas no las entiendo.
Le dije a un señor con una visera y un megáfono, si podía salir yo en la película. Me dijo que pasara por delante de las cámaras, entre un grupo de peregrinos que tenía que salir en la película.
Yo me reí mucho, cuando pasé por delante de las cámaras con el grupo de peregrinos, pues le decían a los extras que hacían de peregrinos, que el más propio, el que mejor iba “disfrazado” era yo; y es que, realmente, creían que yo era un extra. La verdad es que lo pasé muy bien.
Después me fui al campamento de acampada para los peregrinos, para mi tienda de campaña.
¡Podéis imaginar la que se armó dentro de la tienda de campaña! El cachondeo, las bromas, los “peos”, el mal olor… y el calor que hacía.
Yo saqué mi colchoneta fuera de la tienda y, un poco apartado, la extendía y me acosté.
ASTORGA UNO DE LOS PUEBLOS MAS BONITO DEL CAMINO
Dormí, otra noche, como un lirón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario